Hay un fantasma sentado al otro lado de la mesa
Uy, será mejor que nadie sepa nada de mí en
algún tiempo
Es probable que sea el alma de mi víctima
o peor aún, tal vez mejor aún,
Que sea yo mismo y que ya esté muerto
Dos melodías confundidas rondan el espacio
El estridentismo y confusión del amor
en flor
La nostalgia y lo cacique del amor
que se va y que incompleto
como todos y como todo
Está sentenciado a
morir
Irrumpe una violenta pausa cotidiana
Los limones siguen medio frescos en
la mesa
Whisky tibio, verdades a medias
Gris se vuelve el día
Me hubiera gustado tener unos cuántos
invitados a esta fiesta
Cuando uno aspira grandes bocanadas
de vida
Tiende a volverse solitario, taciturno
Casi incomprendido
Porque todos somos incomprendidos
Nos divide el lenguaje y el cuerpo
Difícil comprender a otro imbécil
Si apenas se puede con uno mismo
Hay muchas cosas que se olvidan en
el intermedio
Se necesita una intravenosa o un
putazo que espante el sueño
A veces siento que sigo siendo un niño
Y que tengo ocho años
¿De qué huimos?
¿De qué nos escondemos?
De la confusión
En cuanto se enciende la luz
Corremos como cucarachas a
buscar refugio en un escondite
donde nos exponemos
Y es ahí cuando los extraños
se vuelven hermanos
Y el miedo al silencio
Supera nuestras expectativas
No importa de dónde vengas
Ni a quién conozcas
Ni de quién seas hijo
Ni quién puta madre seas
Aunque lo digas a gritos
A nadie le va a importar
¿Me entiendes?
Tus días están contados
Y tu optimismo
Y tu ímpetu
Y tu
depresión
Y tu
odio
Y todo lo que pienses
no te preparará para esa dama fría
Que a pesar de tener un cutis
de millones de años
Que a pesar de verse frágil y
desnuda
Es astuta
Seductora como ninguna
La mayor y más grande puta
que haya existido
Porque todos la hemos deseado por lo menos
una vez, pero ella elige a quien se coge…
COMO ELLA NO HAY NINGUNA
